La horticultura es una actividad ideal para los más pequeños. Cuidar de un huerto les aporta beneficios tanto a nivel físico, como cognitivo y emocional. Por eso, en este artículo analizamos el huerto para niños de Batlle, un producto muy interesante que acerca esta actividad a los más pequeños de la casa.
Huerto para niños de Batlle
El huerto para niños de Batlle permite a los más pequeños aprender y disfrutar de su propio huerto doméstico. Incluye todo lo necesario para ponerlo en marcha y es muy fácil de montar. Además, al ser de tamaño reducido, se puede colocar en cualquier sitio del hogar.
Características principales
- Permite cultivar hasta tres plantas
- Fácil montaje
- Compacto
Incluye
- Mesa de cultivo de plástico
- Fibra de coco
- Fertilizante guano
- Tres sobres de semillas (lechuga, tomate de colgar y berenjena
Especificaciones técnicas
- Dimensiones: 30 x 30 centímetros
- Peso: 100 gramos
Los beneficios de la horticultura en los niños
La horticultura aporta a los niños muchos beneficios, tanto a nivel físico, como a nivel cognitivo y emocional. Sigue leyendo para descubrir cómo un huerto puede contribuir al desarrollo de los más pequeños de la casa.

Beneficios a nivel físico
Cuidar de un huerto contribuye a combatir el sedentarismo y fomenta la actividad física, ya que, en lugar de estar viendo la televisión o jugando a los videojuegos, por ejemplo, se está haciendo un ejercicio que requiere un esfuerzo físico.
Beneficios a nivel cognitivo
Esta actividad también aporta valores y conocimientos que tienen un impacto muy positivo en los niños. Aprenderán a cuidar de sus propios cultivos, así como a valorar la naturaleza, el medio ambiente y la importancia de una alimentación saludable. También mejora habilidades como la motricidad fina y la coordinación visomanual.
Al cuidar de su huerto, además, los niños desarrollan capacidades como la concentración, la paciencia, el sentido de la responsabilidad y la constancia.
Beneficios a nivel emocional
El cultivo de productos propios implica, entre otras cosas, atención, paciencia y, en el caso de los niños, también colaboración. Es por eso que tener un huerto ayuda a los más pequeños a estar en calma y a ser más sociables, y fortalece el vínculo familiar.