El olivo es uno de los árboles más cultivados a nivel global. Se trata de un cultivo muy generoso que ofrece un producto de gran valor, que se puede plantar en un entorno doméstico perfectamente. Pero, para que este árbol crezca sano y fuerte y dé aceitunas, es necesario saber cómo se debe plantar y cuidar. En este artículo te contamos cómo plantar un olivo paso a paso.

Cómo plantar un olivo paso a paso
El olivo debe plantarse en otoño o primavera, aunque lo ideal es hacerlo durante el primero. Esto es, porque este árbol no soporta las heladas y conviene evitar que sufra temperaturas bajas durante sus primeros meses de crecimiento. Existen tres formas de sembrar un olivo: mediante una estaca o vástago, con una semilla o por raíz. En este artículo mostraremos cómo plantar un olivo mediante una semilla.
Estos son los pasos que se deben seguir para plantar un olivo:
- Consigue una semilla de olivo. Hazte con una semilla de olivo, comprándola en una tienda especializada o bien recolectando varias aceitunas de un olivo que ya da frutos, extrayéndoles la semilla y seleccionando una semilla que sirva para este proceso. Y, es que, no todas las aceitunas tienen una semilla capaz de germinar y hacer crecer un árbol. Para realizar la extracción y selección de la semillas de las aceitunas recolectadas, golpea las aceitunas suavemente para que el hueso que tienen en su interior se suelte, y a continuación extráelo y límpialo con agua. Pon los huesos de aceituna en un vaso con agua durante 24 horas aproximadamente y quédate con aquellos que no floten; los que flotan no servirán.
- Germina la semilla de olivo. Con unas pinzas u otra herramienta cortante, realiza un pequeño corte en el hueso que vayas a plantar, con mucho cuidado de no dañar la semilla del interior. Coloca el hueso de aceituna en una bandeja germinadora o en un recipiente de vidrio con algodón humedecido en la base. Tapa la bandeja o recipiente, colócalo en un lugar fresco que reciba luz solar indirecta y procura que la bandeja germinadora o recipiente cuenta siempre con un buen nivel de humedad. Cuando hayan pasado entre 4 y 6 semanas, la semilla habrá germinado.
- Prepara una maceta para plantar tu olivo. Cuando la semilla haya germinado y desarrollado algunas raíces e, incluso a lo mejor, alguna hoja, habrá que plantarla en una maceta. Selecciona una maceta preferiblemente de barro, con al menos 15 centímetros de y con agujeros de drenaje y pon en ella tierra y un sustrato d e pH neutro.
- Planta la semilla en la maceta. Haz un agujero en el centro de la tierra de la maceta y coloca en él la semilla de olivo. Tapa la semilla con más tierra y riégala procurando no encharcar el suelo.
- Cuida de tu olivo en maceta durante un año. Cuida tu olivo regándolo siempre que su suelo se seque y dándole las condiciones ambientales adecuadas. Cuando haya pasado aproximadamente un año, el plantel se podrá traspasar a su suelo definitivo.
- Prepara el suelo definitivo. Prepara el suelo definitivo en el que plantaras tu olivo, desmalezando el terreno, humedeciéndolo y fertilizándolo con un producto adecuado para olivos.
- Planta tu olivo en su suelo definitivo. Elige un día fresco y sin viento para plantar tu olivo. Cava un hoyo al menos el doble de profundo que la longitud del cepellón y coloca en él el plantel, asegurándote de que ninguna raíz queda en el exterior. Tapa el hoyo poniendo tierra alrededor del cepellón, compactándola bien y procurando que el cuello de la raíz queda en la superficie.
Durante los tres primeros años, no es recomendable realizar podas ya que pueden entorpecer el correcto crecimiento del plantel.

Cuidados del olivo
Los cuidados del olivo son pocos, pero es muy importante conocerlos y aplicarlos para que el árbol dé frutos en un futuro. Estos son los cuidados que se le deben dar al olivo:
- Quita todas las malas hierbas que vayan apareciendo en la zona donde está plantado el olivo.
- Mantén tu olivo siempre vigilado para identificar enfermedades o plagas que pueda sufrir. Las plagas que suelen atacar con más frecuencia estos árboles son el prays del olivo, la mosca del olivo, la cochinilla, el barrenillo y el algodoncillo del olivo. Las enfermedades que es más común que sufra el olivo son la aceituna jabonosa, la tuberculosis del olivo, el repilo y la negrilla. En caso de detectar síntomas de alguna de estas plagas o enfermedades, es de suma importancia tomar medidas para acabar con ellas lo antes posible.
- Cuando hayan pasado tres años desde la plantación del olivo en su suelo definitivo, pódalo regularmente para mantenerlo limpio, estimular su crecimiento y evitar la aparición de hongos a causa de una mala aireación.
- El olivo es un árbol con pocas necesidades relativas al riego. Pero, aun así, conviene regarlo regularmente, una o dos veces por semana, mientras sea joven. Cuando es adulto, solo hay que regarlo cuando no haya llovido durante un largo período de tiempo.
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